En el ámbito del Derecho Laboral español, el despido procedente se refiere a una extinción del contrato de trabajo que se produce cuando el empresario acredita de manera fehaciente que existen causas justificadas para poner fin a la relación laboral del trabajador. Este tipo de despido se encuentra regulado por el Estatuto de los Trabajadores y, cuando se califica como tal, exime al empleador del pago de indemnización al trabajador, siempre que se fundamente en causas disciplinarias, aunque sí tendrá la obligación de abonar el finiquito correspondiente y, en el caso de despido objetivo, la indemnización de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades.
Un despido se considera procedente cuando la empresa puede demostrar que ha tenido lugar una causa objetiva o disciplinaria que justifica la extinción del contrato de trabajo. La declaración de procedencia implica que la decisión del empresario se ajusta a la legalidad, y que, por lo tanto, no existe vulneración de los derechos del trabajador en cuanto a la terminación de la relación laboral.
La determinación de la procedencia de un despido suele producirse a través de un proceso judicial, cuando el trabajador impugna el despido y el juez decide, tras el análisis del caso concreto, si el despido ha sido adecuado o no, basándose en las pruebas presentadas por ambas partes.
Causas del despido procedente
Existen dos categorías de causas que pueden justificar un despido procedente: causas objetivas y causas disciplinarias.
Este tipo de despido se basa en razones económicas, técnicas, organizativas o de producción, o en la ineptitud del trabajador que se manifieste o conozca tras su incorporación a la empresa. Estas causas están recogidas en el artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores y justifican la extinción del contrato de trabajo. Algunos ejemplos incluyen:
Debemos recordar que, para esta causa de despido, el empresario debe preavisar al trabajador por escrito con un mínimo de 15 días a la fecha del despido y debe abonar, simultáneamente con la carta de despido, la indemnización de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades. En caso de no cumplir con estos requisitos, el despido será considerado como improcedente, por defecto de forma.
El despido disciplinario se produce cuando el trabajador ha incurrido en una conducta que el empresario considera lo suficientemente grave como para poner fin al contrato de manera inmediata. Este tipo de despido se encuentra regulado por el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores y puede originarse por las siguientes causas:
Cuando un trabajador impugna su despido, el juez puede calificarlo de tres maneras: procedente, improcedente o nulo.
En cualquier caso, en los despidos procedentes, a pesar de que se perciba la indemnización en caso de despido objetivo o no se perciba ninguna, en caso de causas disciplinarias, el trabajador sigue teniendo derecho a otras cantidades. El trabajador tiene derecho al finiquito, que incluye:
El finiquito es obligatorio independientemente del tipo de despido, ya que representa la liquidación de todas las cantidades que el empleador debe al trabajador por los servicios prestados hasta la extinción del contrato.
Sí, el trabajador tiene derecho a impugnar el despido ante los tribunales de lo social, solicitando que se revise su procedencia. Si se estima que no existían razones justificadas o que no se cumplió con el procedimiento legal, el despido puede ser declarado improcedente o incluso nulo.
En conclusión, el despido procedente en el derecho laboral español implica que el empresario ha cumplido con los requisitos legales para extinguir el contrato de trabajo, ya sea por causas objetivas o disciplinarias. En el caso de despido procedente por causas disciplinarias, el trabajador no tiene derecho a indemnización, pero sí al finiquito. En cambio, en el caso de despido procedente por causas objetivas, tiene derecho a la indemnización de 20 días por año trabajado, más el finiquito. Si tienes dudas sobre si tu despido es procedente o no, ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos a resolver la situación.